Una puerta cerrada no siempre es sinónimo de seguridad. Muchos robos se producen forzando la puerta principal en pocos segundos. Por eso, nuestro servicio de reforzamiento de puertas de entrada está pensado para mejorar la resistencia de cualquier puerta sin necesidad de sustituirla por completo.
Reforzamos tanto puertas normales como blindadas o acorazadas, aplicando soluciones efectivas y asequibles que aumentan el nivel de protección frente a métodos como el apalancamiento, el bumping o el taladro.
¿Qué soluciones de refuerzo ofrecemos?
Instalación de cerrojos de alta seguridad
Sustitución de bombillos por modelos antibumping
Colocación de escudos protectores antitaladro
Refuerzo de bisagras y marco de la puerta
Instalación de barras de seguridad o pestillos adicionales
Refuerzo interno con placas metálicas
¿Cuándo conviene reforzar la puerta?
Si es una puerta antigua o sin protección adicional
Tras un intento de robo o intrusión
Cuando no puedes cambiar la puerta, pero quieres más seguridad
Si vives en una planta baja, ático o zona vulnerable
Si tienes una segunda residencia cerrada por largos periodos
No hace falta hacer grandes obras ni sustituir toda la puerta. En la mayoría de los casos, un buen refuerzo puede marcar la diferencia y disuadir a cualquier ladrón.
¿Quieres reforzar tu puerta y dormir más tranquilo?
Llámanos y te damos la mejor solución en el momento.
